El contrato, que se firmó sin llegar a huelga o paralización, incorpora beneficios que “van en la lógica de las nuevas relaciones laborales, más allá de lo meramente remuneracional”, señala el encargado de relaciones laborales de Consorcio Merkén, Ulises Pastén Venegas.
Un total de 577 trabajadoras y trabajadores del Sindicato de la Empresa Manipuladoras de Alimentos Merkén, de La Serena, lograron finalizar el proceso de negociación colectiva con Consorcio Merkén, empresa concesionaria del Programa de Alimentación Escolar y de Párvulos. La negociación tiene una duración de tres años (hasta 2024).
Maribel Flores Oróstegui, presidenta del sindicato –con asociadas y asociados en Coquimbo, Ovalle, Río Hurtado, Andacollo y La Serena–, señala que, aunque no se haya logrado todo lo esperado, valoran la buena disposición de la empresa para recibir las demandas y cumplir los plazos. La dirigente destaca que siempre ha existido un buen diálogo y resolución de controversias, y solución a las problemáticas que se van dando en el camino.
“Estamos convencidas que en la medida que el empleador valore y reconozca de verdad que el motor de una empresa es la fuerza de las y los trabajadores, y no sea esto solo una frase cliché, recién se podrán tener negociaciones equitativas. Debemos entender que nadie nos da nada, que todo lo que logramos es una retribución por nuestro trabajo, proactividad y desempeño. Negociar en pandemia fue complejo para ambas partes, por eso se valora aún más la disposición y el esfuerzo de la empresa, y eso también lo notaron nuestras asociadas y asociados”, explica Flores resaltando que a futuro esperan obtener más beneficios, sobre todo porque más del 90 por ciento de las afiliadas al sindicato son mujeres jefas de hogar.
El encargado de relaciones laborales de Consorcio Merkén, Ulises Pastén Venegas, destaca que el contrato se firmó sin llegar a huelga o paralización, demostrando la buena disposición y voluntad tanto de la empresa como del sindicato. “Hemos incorporando beneficios que van en la lógica de las nuevas relaciones laborales, más allá de lo meramente remuneracional. Por ejemplo, hay beneficios pensados, sobre todo, porque las trabajadoras son mamás, como los permisos para llevar a sus hijas e hijos a los controles en el consultorio, bonos de invierno porque es un período de vacaciones de las niñas y niños. A su vez, igualamos el tiempo de vacaciones tanto para las trabajadoras que trabajan en escuelas como en jardines infantiles. Además, hemos consignado una cláusula de solución de controversias de manera permanente”.